Breve historia del gen KIF1A (I): los primeros casos
Este es el primero de una pequeña serie de artículos que pretenden explicar la corta pero intensa historia del gen KIF1A. Intentaremos hacerlo de una manera amena y sencilla.
También es importante explicar a aquellos que no estén familiarizados con la enfermedad, que el gen KIF1A tiene como función dar las instrucciones precisas para que nuestro cuerpo fabrique la proteína KIF1A, la cual tiene una misión esencial en el funcionamiento de las neuronas.
La proteína KIF1A es una proteína motora porque su función consiste en transportar diferentes elementos a lo largo de las neuronas para asegurar tanto su correcto funcionamiento como incluso su supervivencia.
Si la proteína KIF1A fallara en su cometido de transporte debido a problemas en el gen KIF1A, la salud de las neuronas se vería gravemente comprometida. Es lo que pasa con la enfermedad de KIF1A.
Los primeros casos
Como primeras palabras, es importante quedarse con la idea de que la historia las enfermedades relacionadas con el gen KIF1A es muy reciente, tan sólo diez años nos separan de los primeros pacientes detectados.
¿Por qué tan sólo una década de existencia?. La respuesta es sencilla: el diagnóstico genético. Sólo hasta hace unos años ha comenzado a generalizarse la secuenciación genética, que ha permitido descubrir numerosas enfermedades raras, es decir, a ponerle un nombre a la causa de unos síntomas que podían ser leves o graves. Actualmente el número de enfermedades raras supera las 7.000.
En relación con el gen KIF1A, el primer caso de un paciente diagnosticado con una mutación aparece en un artículo científico en marzo de 2011. Los síntomas descritos fueron hipotonía, espasticidad y retraso intelectual.
Se trataba de una mutación “de novo” en el gen KIF1A, es decir, surgida de manera espontánea y no heredada. Ni el padre ni la madre, por tanto, eran portadores de esa mutación, lo que la hacía “nueva” o “de novo”. La enfermedad fue denominada “Mental Retardation, Autosomal Dominant 9” (Retraso Mental Autosómico Dominante 9) y se clasificó en la base de mundial de enfermedades raras (Orphanet) con el código MRD9.
En mayo de 2011 aparece un segundo artículo que describe el caso de tres miembros de una misma familia con mutaciones en el gen KIF1A. Los síntomas en este caso eran bastante diferentes: dificultad para andar, espasticidad, pero la función cognitiva, la capacidad intelectual, no estaba afectada.
En este caso se identificó un tipo de mutación recesiva, es decir, heredada del padre o de la madre. La enfermedad se denominó en inglés “Autosomal spastic paraplegia type 30” (Paraplegia Espástica Autosómica tipo 30) y se clasificó con el código SPG30.
¡Pero en agosto de 2011 aparece un tercer artículo sobre el gen KIF1A!. Ahora se trataba de ocho casos de cuatro familias diferentes con unos síntomas también algo diferentes: problemas a nivel sensorial (neuropatía) y dificultades de regulación en el sistema autónomo. El sistema autónomo forma parte del sistema nervioso periférico y regula procesos fisiológicos que incluyen el latido cardiaco, la presión arterial, la respiración, etc.
En estos ocho casos se detectó una mutación acortada (“truncating mutation” en inglés) en el gen KIF1A. El resultado de tener una variante acortada del gen KIF1A producía una proteína también acortada, lo que afectaba a su normal funcionamiento. Se clasificó como HSN IIC
Estos tres tipos de mutaciones (MRD9, SPG30 y HSN IIC) en el gen KIF1A producen síntomas diferentes y conforman lo que se denomina como “Trastorno Neurológico Asociado al gen KIF1A”, que en inglés se denomina KAND (KIF1A Associated Neurological Disorder).
Características del KAND
El KAND tiene las siguientes características:
1º Puede ser consecuencia de cambios en una de las dos copias del gen KIF1A (dominante) o darse en ambas (recesivo).
2º Estos cambios en el gen KIF1A pueden ser heredados de los padres o bien ocurrir de manera espontánea (de novo).
Por tanto, la enfermedad KAND es el resultado de una mutación en el gen KIF1A existiendo diferentes tipos de mutaciones que producen distintos síntomas.
También hay que decir que hablamos de mutaciones patogénicas, es decir, que provocan que la proteína KIF1A no se fabrique correctamente y no pueda realizar su función de transporte dentro de las neuronas en condiciones normales. Puede darse el caso de mutaciones benignas, donde este cambio en el gen no altera su normal funcionamiento, por lo que no dan síntomas.
El gen KIF1A tiene un tamaño grande respecto a otros genes, pero los investigadores están especialmente centrados en una parte específica de éste donde las mutaciones producen síntomas especialmente graves. Este área concreta del gen se denomina el dominio motor y es clave en la movilidad de la proteína KIF1A.
Para saber más:
www.kif1a.org
